Cara y cruz de Madrid y Barcelona: un 20% más caras que el resto de ciudades españolas pero con salarios un 45% más altos
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El coste de la vida en las dos mayores ciudades de España, Madrid y Barcelona, era en 2020 casi un 20% superior que la media del resto de las áreas urbanas del país. Es la principal conclusión del artículo Índice del coste de la vida en las ciudades españolas, publicado este lunes por el Banco de España, que apunta en la misma dirección que un reciente informe del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona. Es decir, un ciudadano medio de Madrid o de Barcelona necesitaría 1.200 euros para tener el mismo poder adquisitivo que otra persona del resto de ciudades tendría con 1.000 euros.
Si bien la vida es más cara, las grandes ciudades ofrecen también, de media, mejores sueldos: los salarios promedio del sector privado en Madrid y en Barcelona se sitúan un 45% por encima de la media del resto de las áreas urbanas en España. Una vez ajustados los salarios a los precios, los ciudadanos de Madrid y Barcelona disfrutan de un poder de compra un 21% superior a los de las otras ciudades. “Es decir, la diferencia se reduce casi a la mitad cuando se consideran los costes de la vida a la hora de comparar los ingresos en Madrid y en Barcelona frente a los de otras áreas urbanas” aseguran Víctor Forte-Campos, Enrique Moral-Benito y Javier Quintana.
“El bienestar de los ciudadanos depende tanto de sus niveles de renta como del coste de la vida que han de afrontar en función de su lugar de residencia. Sin embargo, la información disponible sobre las diferencias en niveles de precios entre áreas geográficas de un mismo país es muy escasa”, lamentan los autores del artículo publicado por el Banco de España. Para paliar ese déficit, el estudio presenta un índice de precios para las áreas urbanas españolas que cubre el periodo 2004-2020 y en el que no se contemplan Navarra y País Vasco, ya que los datos se toman de Hacienda y esas dos comunidades no forman parte del régimen común.
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Madrid, alquileres hasta un 82% más caros
El artículo constata que las divergencias se han acrecentado de forma significativa en el periodo estudiado. “La diferencia de precios entre áreas urbanas ha ido aumentando a lo largo del tiempo. De este modo, en 2004 la diferencia entre las dos ciudades más caras y la más barata era del 22% frente al 31% de 2020″, señalan los autores. Las más caras son Madrid y Barcelona y la más barata es la conurbación Elda-Petrel, en el interior de la provincia de Alicante, que con 93.535 habitantes es el sexto núcleo de población de la Comunidad Valenciana y el 47º de España.
El documento también aborda el precio de los alquileres. Asegura que el coste del alquiler de vivienda en las áreas urbanas de Madrid y de Barcelona “era, en 2020, un 82% mayor que en la media del resto de las áreas urbanas”. “El gasto en vivienda explicaba en 2020 más de dos tercios de la diferencia de precios entre Madrid-Barcelona y el resto de las áreas urbanas del país”, añade. Esta situación es especialmente complicada para los jóvenes, que han visto disminuir sus salarios con la pandemia. De media, el alquiler supone un 25% del gasto total de los hogares. Pero las situaciones en unas y otras ciudades son difícilmente comparables “porque las diferencias en el precio de los alquileres son notablemente mayores que en el caso de otros bienes y servicios”, explica el artículo.
La alimentación y la ropa no son más caras
El informe señala que en la categoría de otros bienes y servicios de consumo —que incluye alimentación, vestido, calzado o comunicación— las divergencias de precios “son menos relevantes”. La razón es que “en estos casos, los productos consumidos en una área urbana no tienen por qué haber sido producidos en ese lugar, y, por tanto, sus precios en distintas áreas tienden a igualarse”.
Una aplicación relevante del índice de precios locales es su utilización para la comparación de salarios entre áreas urbanas, una vez ajustados por su poder adquisitivo. Según la literatura, las diferencias entre los salarios ajustados por su poder de compra representan un factor determinante de las migraciones entre diferentes zonas geográficas.
De acuerdo con el índice de precios presentado, un aumento del 10% en el salario nominal medio de un área urbana se asocia a un coste de la vida un 1,9% mayor. De este modo, si bien las zonas urbanas con mayores ingresos nominales cuentan también con mayores ingresos reales, las diferencias salariales, en términos reales, entre distintas áreas urbanas son menores una vez se tienen en cuenta los precios locales.