El origen de los gitanos en Rumanía: 500 años de esclavitud
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La verdad sobre la existencia de los gitanos, tanto en Rumanía como en todo el mundo, es un tema que se debate a menudo, a pesar de que muy pocas personas tienen información sobre su origen, su cultura y sus tradiciones, o, especialmente, sobre el hecho de que durante cientos de años los gitanos han sido esclavos en muchos países europeos.
La esclavitud, una antigua costumbre
Los primeros datos sobre la esclavitud se descubrieron en textos antiguos, del segundo milenio antes de Cristo, en un código de leyes llamado Código de Hammurabi, uno de los documentos más antiguos y mejor conservados por una gran civilización antigua, Mesopotamia. En ese código de leyes se descubrieron las primeras pruebas de esclavitud y la importancia de tener esclavos a nivel de jerarquía social.
En general, en la antigüedad, el principal factor que sustentaba la existencia de la esclavitud eran las guerras. La mayoría de las veces, los prisioneros de guerra se convertían en esclavos, adquiriendo así un estatus social inferior o, mejor dicho, inexistente.
La palabra romaní no es procedente de la palabra rumano
La palabra romaní y la palabra rumano tienen orígenes distintos. Rumano proviene del latin romanus, mientras que la palabra romaní es una palabra derivada de la protolengua del pueblo gitano. Según las investigaciones históricas, tiene orígenes mucho más antiguos que la palabra rumano y podría ser un derivado de las palabras dom, lom, o romaka, del sánscrito, que tenían sentido de dueño (dom) o persona de pelos largos y barba (romaka, loman).
Fueron confundidos con los egipcios
El término de gitano, existente en la mayoría de los países europeos, nunca existió en el vocabulario del pueblo romaní. En su etimología, esta palabra proviene del griego antiguo – athinganoi, que significa impuro, intangible o pagano. Otras fuentes revelan que el origen de la palabra gitano es del latin vulgar aegyptano (egiptano) porque llegaron a Europa, en el siglo XIV, saliendo de Egipto. Más tarde, los lingüistas descubrieron, a partir del siglo XVIII, que el verdadero origen de este pueblo nómada era en el norte de la India, de donde emigraron hace 1500 años.
El origen poco claro del pueblo romaní
Los historiadores a menudo comparaban el pueblo romaní con los judíos, pero, a diferencia de los judíos, los gitanos no conservaron fuentes escritas, y la primera evidencia de su existencia en Valaquia se encontró solo alrededor de 1385, en Muntenia, donde aparecen catalogados como “bienes de algunos monasterios”. No se sabe exactamente cuándo entraron en Europa y se niega el origen hindú, aunque los lingüistas afirman que los proto-romaníes procedían de la región central de la India.
En sus escritos, el historiador moldavo Dimitrie Cantemir describió el idioma nativo de los gitanos como una “mezcla de persa y griego”.
- Algunas crónicas revelan que los gitanos dejaron el Imperio Bizantino ahuyentados por las guerras, viajando como peregrinos hacia el norte de Europa.
- Hay otra evidencia de que antes del siglo XIII, los gitanos ya vivían en ciertas regiones que pertenecían al Imperio Bizantino, precisamente en la Grecia actual.
- Desde 1417, numerosas crónicas informan de la existencia de los romaníes en la mayoría de los países europeos.
Esclavitud en Valaquia
Durante unos cinco siglos, en Valaquia, los gitanos vivieron en cautiverio, en monasterios, casas o haciendas. No tenían derechos y sólo podían casarse con el consentimiento del boyardo. Solo los gitanos señoriales tenían cierto estatus, siendo apreciados por su habilidad para recolectar oro de los ríos de Valaquia, en la primavera, después de que la nieve se derritiera.
Los verdaderamente privilegiados fueron los gitanos músicos, que se mencionan en ciertos documentos alrededor de 1500. Venían de la etnia de los gitanos llamados gitanos del hogar. Ellos servían en las cortes reales y también fueron los primeros en perder su tradición y su lengua. Los gitanos músicos (laudares) tocaban y cantaban en los días festivos y dondequiera que los llamaran, y durante el día trabajaban la tierra.
Hubo boyardos que enviaron a sus esclavos a aprender tocar instrumentos con los músicos turcos, pero no todos tuvieron tanta suerte. Incluso en la década de 1800 todavía eran abusados, asesinados, separados de sus familias, vendidos y tratados un poco mejor que los animales, como mencionaron otros viajeros extranjeros en sus escritos.
La iglesia, aunque en teoría no aprobaba la esclavitud, aceptó la condición de los esclavos gitanos, justificando que obedecían las leyes de la época. Un escritor alemán, viajando por Valaquia, describe un momento en el que una joven gitana luchaba por no dejarse comprada y juntada a otros 500 gitanos ya en propiedad del dueño. Impresionado por la belleza de la niña y conmovido, le ofrece al boyardo 50 monedas de oro, pero él rechaza la oferta y se niega a dejarla libre. Mihail Kogălniceanu, recordando su infancia, escribe sobre…
… seres humanos con cadenas en las manos y los pies, con círculos de hierro alrededor de la frente o con un collar de metal alrededor del cuello. Azotes sangrientos y otros castigos como encarcelarlos sin comida, colgarlos de los pies sobre un fuego humeante, arrojarlos desnudos en la nieve o en el agua helada de un río, este es el tratamiento que se le aplica al desgraciado gitano.
Kogălniceanu junto con Petre Mavrogheni, políticos ilustres de la época, redactaron un documento oficial debido al cual, el 20 de febrero de 1856, el gobernante Barbu Știrbei decidió liberar a todos los gitanos esclavos del Principado Rumano. Después de su liberación, una gran parte de las tribus romaníes, especialmente las que no conocían un oficio y no tenían hogar, se unieron a los gitanos que servían en las cortes reales, los monasterios o las fincas.