Miguel no se quedó los 400 euros que pisó en la calle Calderería de Pamplona
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Miguel Loizu Aquerreta es un joven pamplonés de 27 años que el pasado sábado disfrutaba con antiguos colegas de trabajo de una cena. Ingeniero industrial, ha cambiado hace unos meses de trabajo y la cita era algo así como una despedida junto a colegas del puesto anterior. Salieron por el centro de Pamplona y estuvieron en varios bares. En torno a las 3 de la mañana, tomaban algo en un local de la calle Calderería cuando Miguel pisó un monedero abandonado en el suelo.
“Estaba en la zona de la barra cuando noté algo raro en el suelo. Vi que era un monedero y que tenía una cantidad elevada de dinero”. No había ningún papel o carné que identificara a la persona propietaria. “Tampoco vi a nadie que estuviera buscando en la zona”. En ese momento no quiso ni contar cuánto dinero podía albergar, pero sí descartó entregarlo en el bar. “Era un hallazgo bastante goloso y pensé que yo no lo había hecho, pero que igual otros sí tenían la intención de quedárselo”.
Poco rato después concluyó la juerga y Miguel se fue a casa. Allí comprobó de nuevo que no había ningún rasgo distintivo que pudiera dar alguna pista sobre el dueño y, tras consultarlo también con su familia, tomó la decisión de llevar la cartera, que contenía 420 euros, a la Policía Municipal de Pamplona.
“No era mío y por suerte no necesito ese dinero. Hombre, si de repente un día la empresa decide darnos un extra con ese dinero pues lo aceptaría encantado, claro está, pero no va conmigo quedármelo o gastármelo”. En esa reflexión también influye la educación que ha recibido insiste. “Salió de mí porque me han enseñado a actuar así”, repite. El pasado martes, nadie había reclamado en la sede de Policía Municipal el monedero. “No sé, tanto dinero en metálico y en una cartera sin documentación, pues me dio qué pensar. Quizá tenía un origen oscuro, pero en eso yo ya poco tengo que ver. Igual no. Yo hice lo que creí que era lo que había que hacer”.
ACREDITAR LA PROPIEDAD
Hasta que aparezca la persona que pueda verificar que ese dinero es suyo (en qué tipo de billetes se halla fraccionada la cantidad, local en el que se extravió, características concretas del monedero, por ejemplo), se custodia en Policía Municipal de Pamplona (calle Monasterio de Irache, 2). En el mismo edificio, se encuentra la Oficina de Objetos Perdidos, donde desde comienzos de año se han entregado 2.085 de todo tipo. De ellos, 116 han sido carteras, monederos o bolsos y 81 teléfonos móviles, más de una decena de ellos de alta gama.