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Viaje a la sorprendente Rumanía: secretos y consejos de un guía local

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Viaje a la sorprendente Rumanía: secretos y consejos de un guía local

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Viaje a la sorprendente Rumanía: secretos y consejos de un guía local

En general, consideramos que algo es sorprendente cuando lo que vemos en la realidad no tiene nada que ver con lo que habíamos imaginado antes. En la actualidad, recibimos tanta información de todo tipo -fotos o vídeos, comentarios de amigos, noticias, redes sociales…- que dibujamos en nuestra mente una idea sesgada del destino al que viajamos.

Rumanía es un buen ejemplo. A causa de su conflictivo pasado, su situación geográfica o por nuestra traicionera ignorancia, no es uno de esos destinos que la mayoría tengamos en mente cuando pensamos en viajar. “En mi país”, explica Florin Cristea, guía local de Civitatis en Rumanía, “se han producido cambios fundamentales en un período de tiempo relativamente corto y, en los últimos años, se ha transformado en un lugar donde se pueden descubrir rincones maravillosos y vivir experiencias extraordinarias”.

El viajero percibe la huella de casi 45 años de comunismo y 20 de transición a la democracia



Florin CristeaGuía

¿Cuáles son esos cambios a los que te refieres?

Yo nací en Brasov, en Transilvania, en el año 1981. En ese momento, mi país pertenecía al bloque comunista, en el lado oriental de la famosa expresión churchilliana telón de acero. Me crié en pleno régimen comunista totalitario, que acabó en 1989 con la revolución y el consiguiente fin de la dictadura. Pero me considero afortunado porque experimenté este increíble cambio del en mis propias carnes: pasamos del régimen comunista más duro de Europa, el de la familia del dictador Ceausescu, una especie de comunismo dinástico similar a lo que es hoy Corea del Norte, a un país que es miembro de la Unión Europea y desde el cual podemos viajar al Caribe, por ejemplo, con un simple documento nacional de identidad. Porque, como bien sabes, muchas islas son territorios de algunos países de la Unión Europea.

¿Así se abrió la veda de los viajes?

Sí, en efecto, desde 2006, con la apertura decisiva del país al Occidente, tuve la oportunidad de trabajar y viajar con una empresa que producía espectáculos para cruceros, hoteles y casinos. Durante los siguientes 10 años, visitamos más de 130 países en todos los continentes, incluida la Antártida. También tengo un recuerdo extraordinario de España, el país que se quedó incrustado en mi alma.

Uno de los monaterios pintados de Bucovina

Uno de los monasterios pintados de Bucovina

Florin Cristea

Y también se abrió Rumanía al exterior…

Claro. En la actualidad, Rumanía está completamente abierta al mundo, es un lugar acogedor, conectado con Europa y es cada vez más segura. La gente es hospitalaria y amable. Sin embargo, sigue siendo la gran desconocida de Europa. Cualquier viajero percibirá las huellas dejadas por los casi 45 años de comunismo y otros casi 20 años de transición a la democracia, pero eso precisamente hará que su experiencia le aporte una perspectiva única de la historia reciente de nuestro continente y que convierte Rumanía en un destino distinto a los demás

¿Qué tiene de especial?

Son muchas cosas, la verdad. Se podría afirmar que hay una Rumanía para cada viajero. Yo destacaría su extraordinaria mezcla de culturas y tradiciones, desde la histórica provincia de Transilvania, colmada de pueblos e iglesias fortificadas, ciudades medievales, fortalezas y castillos, hasta Moldavia, con monasterios protegidos por la Unesco, una historia inquietante, naturaleza en estado puro y una gastronomía muy genuina. O la fascinante provincia del sur de Valaquia, entre Europa y los animados Balcanes. Y no olvidemos Bucarest o Dobrogea, la costa del mar Negro, donde podemos ir a la playa pero también descubrir un santuario natural único en Europa, o el delta del Danubio, un espacio natural impresionante.

El primer consejo sería dejar atrás todas las ideas preconcebidas sobre Rumanía



Florin CristeaGuía

¿Qué consejos me darías si decidiera hacer mi primer viaje?

El primer consejo sería dejar atrás todas las ideas preconcebidas sobre Rumanía y tener ganas de conocernos. Eso es crucial. A los españoles les sorprenderá mucho nuestra lengua, porque pueden leer o conversar fácilmente en rumano. Es la única de origen latino en Europa del Este y está muy relacionada con el italiano, el español, el portugués o el francés. De hecho, esa es una de las razones por las que más de un millón de rumanos se han instalado a vivir en España. Tenemos muchas similitudes.

¿Algún consejo práctico?

La moneda oficial se llama leu, aunque también puedes encontrarla como “ron”. Te aconsejo que cambies en el aeropuerto solo lo estrictamente necesario para un taxi o si te tienes que trasladar hasta la ciudad. En general, los dispositivos de pago con tarjeta están disponibles en tiendas, restaurantes y hoteles. Luego, una vez en la ciudad, podrás cambiar de manera segura en cualquier banco u oficina, donde las tarifas son más convenientes que en el aeropuerto.

¿Y en cuanto al transporte?

Los trenes y autobuses entre las principales ciudades y Bucarest son económicos y puntuales, quizás no los más rápidos, pero sí bastante cómodos y pintorescos. En la ruta Bucarest-Brasov, por ejemplo, las frecuencias son óptimas y el paisaje te encantará. Si eliges un coche de alquiler, te recomiendo precaución con el tráfico de la capital y prestar mucha atención si la idea es viajar de noche. En general, las carreteras es otra de las cosas que han mejorado mucho en comparación con los últimos años.

Vamos al grano: ¿qué es lo que no me puedo perder?

Para empezar, la Transilvania medieval con sus ciudades como Brasov o Sighisoara, con las fortalezas de los siglos XII y XIII como Rasnov o Rupea, el castillo de Bran, iglesias fortificadas protegidas por la Unesco como Prejmer o Harman, sitios rurales como Viscri, un lugar, por cierto, que cautivó tanto al príncipe Carlos de Inglaterra, que se compró una casa tradicional allí y se ha convertido en un embajador de Transilvania y Rumania.

Castillo de Bran, al anochecer

Castillo de Bran, al anochecer

Florin Cristea

Por allí también encontramos a Drácula…

Por supuesto, no se puede ignorar al rumano más famoso de todos los tiempos, el príncipe guerrero de Valaquia, Vlad Tepes, el Empalador, conocido con el sobrenombre de Drácula, cuya historia inspiró la leyenda de los vampiros en más de 250 películas. Muchos viajeros suelen hacer una ruta siguiendo los escenarios de la novela y los personajes de Bram Stoker, el escritor irlandés que escribió en 1897 la historia del legendario vampiro.

¿En qué consiste?

Parte desde el palacio del antiguo barrio de Curtea Veche de Bucarest, el que fuera primera corte real, y luego se dirige a su tumba en el monasterio de Snagov, los restos de una de sus torres de vigilancia, en Targoviste, y las ruinas del castillo de los boyardos en Poienari, encaramada a las rocas de los Cárpatos del sur. Más adelante, recorre los pueblos medievales de Sibiu y Sighisoara, donde nació Vlad Tepes. La ruta también se detiene en dos lugares vinculados a la novela: Bistrita, el pueblo en el que duerme la primera noche Jonathan Harker, uno de los protagonistas, y el desfiladero del Borgo, donde el libro sitúa la fortaleza del vampiro. Por último, vale la pena entrar en el fastuoso castillo de Bran, la puerta medieval a Transilvania y una de las edificaciones del siglo XIV que mejor conserva su forma original.

Mis recomendaciones son Bucovina, la región nororiental, y Maramures, con impresionantes iglesias de madera



Florin CristeaGuía

Ahora llévanos a la Rumanía más desconocida…

Mis dos recomendaciones más especiales son la región nororiental, Bucovina, con sus monasterios ortodoxos, especialmente los pintados: Humor, Voronet, Moldovita o Sucevita. Allí podrás descubrir la paz de la Rumanía rural y las raíces ortodoxas de nuestro país, sobre todo en lo que es el escenario del Ángel del juicio final en el monasterio de Voronet, apelada la “Capilla Sixtina del mundo ortodoxo”. Y una segunda región poco conocida es la parte noroeste del país, con un lugar absolutamente entrañable: Maramures, donde se pueden ver las impresionantes iglesias de madera o el único cementerio alegre de Sapantza, el lugar donde la gente trataba el momento de la muerte con humor y naturalidad. Es un museo al aire libre de lo más curioso, ya que sus tumbas están decoradas con pinturas naifs y muestran unos epitafios optimistas dedicados a los seres queridos enterrados allí.

¿Algún otro secreto o curiosidad?

Como soy un apasionado de la historia reciente, recomiendo descubrir sin complejos la etapa anterior al periodo comunista. En ese sentido, una visita obligada es el magnífico castillo de Peles, antigua residencia de verano de los reyes de Rumanía. ¿Sabías que el famoso Orient Express se detuvo en Sinaia, en el castillo de Peles, y los turistas de principios del siglo XX eran invitados a una cena en el castillo? Hablando de ciudades y edificios, ¿sabías que Bucarest tiene el edificio administrativo más grande y pesado del mundo? Es la Casa del Pueblo, la construcción que cambió la vista de la capital; un proyecto megalómano del exdictador Nicolae Ceausescu.

Castillo de Peles

Castillo de Peles

Florin Cristea

¿Y una ruta para hacer en coche?

Al que le guste conducir ha de saber que, según los productores de la prestigiosa serie automovilística Top Gear, Rumanía cuenta con “la mejor carretera del mundo”: la Transfagarasan, que cruza los Cárpatos a más de 2.000 metros de altura. Se construyó en los años 70 como ruta militar y hoy es una excepcional ruta de viaje por carretera o, para los más valientes, un auténtico desafío en bicicleta.

¿Dónde me recomendarías buscar alojamiento?

Me acusarán de favoritismos porque soy de Brasov. ¡Pues sí, en Brasov! Aunque tengo sólidos argumentos, ya que está ubicada en el centro del país, está bien conectada con Bucarest y otras grandes ciudades, y es una base perfecta para llegar con relativa facilidad a todas las zonas de Rumanía. Además, pronto abrirá su aeropuerto internacional. Por el momento, los de Bucarest, Sibiu o Cluj-Napoca son los más transitados. La tradición turística de Brasov ha generado excelentes servicios de alojamiento y restauración. Es una gran ciudad anfitriona, con un espectacular centro histórico medieval, una naturaleza asombrosa, y, en invierno, con una de las mejores estaciones de esquí: Poaina Brasov.

¿Y la gastronomía? 

Para hacer un viaje a fondo, tendrás que probar la cocina rumana y sus excelentes vinos y cervezas. Sé que para los españoles este es un dato importante: en general, el horario de almuerzo es de doce a tres de la tarde y de siete a nueve y media de la noche para la cena, durante el verano. En invierno anochece alrededor de las cinco de la tarde, la cena se toma un poco antes. La buena noticia es que en Rumanía los restaurantes están abiertos todo el día y durante el verano, hasta tarde, incluso para el estándar español.

¿Nos recomiendas algún restaurante interesante?

Estoy seguro de que cada viajero tiene su propio método para descubrir los mejores restaurantes. Como local de Brasov, me gustan establecimientos como La Ceaun, Sergiana, Casa Hirsher, Casa Tudor, La Roata Norocului, Sub Tampa, Casa Romaneasca, Sura Dacilor, en Poiana Brasov. En Bucarest, los restaurantes Carul cu Bere o Hanul lui Manuc son muy pintorescos. En todas partes te sorprenderán con platos grandes y excelentes servicios a precios razonables.

Florin Cristea, guía de Rumanía

Florin Cristea, guía de Rumanía

Florin Cristea

¿Qué plato debo pedir?

Los aperitivos fríos como la ensalada de berenjena o vinete; zacusca o frijoles batidos, la fasole batuta; las famosas ciorba calientes, sopas que se encuentran casi siempre en una casa rumana, o mici pequeños, una mezcla de carnes y especias muy populares, que van bien con mostaza, patatas y cerveza rumana. También puedes catar las tradicionales sarmale, rollitos de carne con hojas de repollo, o un plato típico de las zonas montañosas llamado bulz, es decir, una sabrosa mezcla de polenta de harina de maíz, queso y carne, por supuesto, acompañada de excelentes vinos rumanos. Si aún te quedan fuerzas para pedir postre, no te puedes perder el papanasi, el amandine o el savarine, entre los postres más populares.

Mientras, para ir haciendo boca, ¿algún libro o documental interesante?

Para tener una imagen cercana a la realidad, puedes buscar en Youtube la serie Wild Carpathia, producida por el escritor británico Charlie Ottley y que tiene como invitado al príncipe Carlos de Inglaterra, uno de los nuevos y buenos amigos de Rumanía.

Algunos de los atractivos de Bucarest

Algunos de los atractivos de Bucarest

Florin Cristea

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